martes, 20 de abril de 2010

PRENSA, NECESARIA PARA LA ENSEÑANZA

PRENSA, NECESARIA PARA LA ENSEÑANZA

Había una vez, una familia más o menos grande, donde no había una madre que cuidara a sus ocho hijos, siendo la hija más grande la que tomó ese puesto en cuanto a dar órdenes. El padre de esa familia, era muy malo, él trabajaba en el campo, así que mientras él y algunos de sus hijos se ocupaban allá, las hijas tenían que permanecer en la casa realizando las labores domésticas, donde tenían por juez, cuidadora o verdugo, a la hermana mayor.

Un día, llegó una integrante a la familia, pues uno de los hijos se casó con una muchacha del mismo pueblo, llamada Rosario que era muy sencilla y tranquila, pero que las vivió negras por culpa de sus cuñadas.

En esta familia, no había muchos recursos, pues con lo que ganaba el padre del campo no les alcanzaba, aunque el ganado les proveía leche, las milpas maíz, y ellas se encargaban de procesarlo y hacer las tortillas.

Debido a que no había un alma materna, las hijas se criaron con malos modos, desquitando sus malos ratos con la pobre Rosario. Un día, así como muchos, las cuñadas tontas, le escondieron las tortillas a la pobre de Rosario, y debido a que esta situación se repetía a menudo, ella optó por aprender a tortear.

Cuando se quiere aprender algo, es necesaria la observación, para ver los ademanes y movimientos que hacían las expertas en tortear, pero ella necesitaba algo más que la observación para aprender, la práctica, pero para practicar necesitaba algo más… la prensa.

Así fue como Rosario aprendió a tortear, con la ayuda de su amiga la prensa.

Después de 30 años, todas las cuñadas y Rosario vivieron muchas amarguras y dulzuras juntas, hasta llegar a ser buenas amigas, y valorar a toda la familia, amigos y conocidos.

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