Como futuros docentes son muchos los obstáculos a los que nos enfrentaremos en el momento de ejercer, los cuales han existido desde siempre en las aulas. Uno de ellos es cómo trabajar la asignatura de Educación Artística, pues como se sabe, es una de las que se encuentran más arraigadas de las de entre el curriculum de la escuela primaria.
El hecho de impartir la asignatura con el fin de promover las diversas manifestaciones artísticas; propiciando el desarrollo de conocimientos, herramientas, competencias y habilidades creativas, sociales, estéticas, etc. en los niños, constituye un largo proceso al que muchos de los docentes le dan la espalda, ya que se le dan prioridad a otras materias como lo es Español y Matemáticas.
Qué clase de educación artística es la que promueven los maestros si no le brindan la importancia requerida dentro de su jornada habitual, es una educación que se conforma con lo que el docente quiere dar a conocer, siguiendo los planes y programas de manera incompleta, se habla entonces de un docente con poca preparación y creatividad, pues entre los comentarios que hacen sobre la asignatura, se muestran apáticos y sin tiempo para abordarla, asimismo no saben qué actividades montar por miedo a perder autoridad o control frente al grupo.
Sin embargo, todo se deriva de la falta de confianza por parte del maestro, al no expresarse con libertad y sin prejuicios frente a su grupo de alumnos, de igual manera, influye lo que tanto padres de familia como el resto de los docentes piensan sobre las actividades al considerarlas como pérdida de tiempo.
Son muchas las dificultades que enfrenta el maestro de la actualidad, y los maestros en formación están frente al gran reto de incluir a la Educación Artística en sus clases; brindarle la misma importancia que al resto de las materias e invitar a los alumnos a emergerse en una forma distinta de comunicarse, expresando sentimientos y emociones que les son difíciles de dar a conocer al poner en juego su creatividad.
Cabe mencionar que el imponer las actividades como algo obligatorio sólo trae como consecuencia la apatía del alumno, la negativa a la realización de los ejercicios y la falta de una ambiente adecuado para el trabajo en conjunto.
Lo importante al trabajar con un grupo de alumnos es brindarles confianza para que se sientan con la seguridad necesaria en la realización de actividades que, si el maestro las dirige adecuadamente, pueden resultar divertidas y poco comunes a las que están acostumbrados.
El tiempo es algo que a todos suele faltar, pero es fácil de resolver si el maestro es competente y estructura sus clases de manera organizada, el planear de manera trasversal, al vincular las actividades de educación artística con el resto de las del curriculum, es una solución para trabajar de lleno cada uno de los contenidos que se planean abordar.
No hay que olvidar que un docente desde el momento de plantarse frente a un grupo trasmite muchas cosas, es por ello que para fomentar el gusto de la educación artística debe comenzar por sí mismo, es decir, debe apreciar cada una de las manifestaciones artísticas, transmitiendo una actitud positiva ante el canto, el baile, el teatro y las artes visuales, puesto que nadie enseña lo que no le agrada o en su caso lo que no sabe de manera efectiva.
La clase de educación artística se puede convertir en una de las favoritas por los alumnos, no hay que coartarles aquellas inquietudes y necesidades que presentan a su edad, por el contrario, hay que dejarlos que expresen todo lo que sienten a través de las herramientas que la asignatura provee. No se requiere de materiales costosos o muy elaborados para que los niños se conviertan en pequeños artistas que aprecien, produzcan, se diviertan pero sobre todo aprendan de una manera diferente.
El hecho de impartir la asignatura con el fin de promover las diversas manifestaciones artísticas; propiciando el desarrollo de conocimientos, herramientas, competencias y habilidades creativas, sociales, estéticas, etc. en los niños, constituye un largo proceso al que muchos de los docentes le dan la espalda, ya que se le dan prioridad a otras materias como lo es Español y Matemáticas.
Qué clase de educación artística es la que promueven los maestros si no le brindan la importancia requerida dentro de su jornada habitual, es una educación que se conforma con lo que el docente quiere dar a conocer, siguiendo los planes y programas de manera incompleta, se habla entonces de un docente con poca preparación y creatividad, pues entre los comentarios que hacen sobre la asignatura, se muestran apáticos y sin tiempo para abordarla, asimismo no saben qué actividades montar por miedo a perder autoridad o control frente al grupo.
Sin embargo, todo se deriva de la falta de confianza por parte del maestro, al no expresarse con libertad y sin prejuicios frente a su grupo de alumnos, de igual manera, influye lo que tanto padres de familia como el resto de los docentes piensan sobre las actividades al considerarlas como pérdida de tiempo.
Son muchas las dificultades que enfrenta el maestro de la actualidad, y los maestros en formación están frente al gran reto de incluir a la Educación Artística en sus clases; brindarle la misma importancia que al resto de las materias e invitar a los alumnos a emergerse en una forma distinta de comunicarse, expresando sentimientos y emociones que les son difíciles de dar a conocer al poner en juego su creatividad.
Cabe mencionar que el imponer las actividades como algo obligatorio sólo trae como consecuencia la apatía del alumno, la negativa a la realización de los ejercicios y la falta de una ambiente adecuado para el trabajo en conjunto.
Lo importante al trabajar con un grupo de alumnos es brindarles confianza para que se sientan con la seguridad necesaria en la realización de actividades que, si el maestro las dirige adecuadamente, pueden resultar divertidas y poco comunes a las que están acostumbrados.
El tiempo es algo que a todos suele faltar, pero es fácil de resolver si el maestro es competente y estructura sus clases de manera organizada, el planear de manera trasversal, al vincular las actividades de educación artística con el resto de las del curriculum, es una solución para trabajar de lleno cada uno de los contenidos que se planean abordar.
No hay que olvidar que un docente desde el momento de plantarse frente a un grupo trasmite muchas cosas, es por ello que para fomentar el gusto de la educación artística debe comenzar por sí mismo, es decir, debe apreciar cada una de las manifestaciones artísticas, transmitiendo una actitud positiva ante el canto, el baile, el teatro y las artes visuales, puesto que nadie enseña lo que no le agrada o en su caso lo que no sabe de manera efectiva.
La clase de educación artística se puede convertir en una de las favoritas por los alumnos, no hay que coartarles aquellas inquietudes y necesidades que presentan a su edad, por el contrario, hay que dejarlos que expresen todo lo que sienten a través de las herramientas que la asignatura provee. No se requiere de materiales costosos o muy elaborados para que los niños se conviertan en pequeños artistas que aprecien, produzcan, se diviertan pero sobre todo aprendan de una manera diferente.
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