viernes, 7 de mayo de 2010

La posibilidad en Educación Artística

Cuando la regla golpeó chillante en la madera, la fantasía de Pepe había terminado:

-¡Pero qué rayos haces!, la clase está aquí.- bufó la voz del maestro en los oídos del que soñaba con los ojos abiertos.

Por un momento Pepe había logrado escaparse a otra escuela, una donde los salones no tenían mesabancos ni pizarrones, en la que los maestros siempre estaban de buenas y dejaban las fastidiosas matemáticas olvidadas en los opacos libros, donde las clases consistían en actuar, bailar y cantar mientras se reflejaban unos a otros en los espejos pegados a las paredes de aquel salón colorido...
Considero que para nosotros los maestros en formación, en la medida en que logremos detectar los retos para promover la Educación Artística, encontraremos igual de posibilidades para hacerlo con éxito. Lo difícil no es convertirse en un artista pues no hay necesidad alguna de ello, el reto principal consiste en realmente hacer un esfuerzo por apreciar las distintas manifestaciones del arte para darse a la idea de cómo formular un plan integrador con bastantes posibilidades de promover y fomentar el gusto y la apreciación del arte entre nuestros alumnos. Al igual que en otras áreas, como las Ciencias o la historia, la Educación Artística es naturalmente atractiva para todos pues si no hay quien se fastidie o muestre desinterés la hora de observar un eclipse, o cuando se trata de ver un documental de Hitler y su impresionante vida, estoy convencido de que tampoco hay niño que se resista a observar una obra de teatro o un bailable regional. La causa entonces de que la E. Artística arroje síntomas de poca vida entre las prácticas educativas del nivel primaria no se encuentran evidentemente en la asignatura misma. Hablamos de una problemática que sin duda tiene mucho que ver con la preparación de los docentes, con la demandante exigencia que tienen de otras asignaturas, con su forma de pensar indiferente hacia el arte, con prejuicios no sólo de los maestros sino de la misma sociedad, con las pocas alternativas y posibilidades que el plantel ofrece para con esta asignatura que sólo recibe atención en los eventos especiales, etc.
Posiblemente Para que los docentes en servicio no muestren dificultades serias a la hora de trabajar la asignatura de E. Artística, ésta debe tomarse en serio desde la base de formación docente: La Escuela Normal. El trabajo con los futuros maestros, insistiendo en crear una conciencia de apreciación y difusión artística, no debe carecer sin embargo de estrategias de aplicación, es decir, de relacionar los apartados teóricos con algunos momentos de puesta en práctica.

Por Juan Antonio Beltrán Carrillo

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