miércoles, 25 de mayo de 2011

El pasillo de la valentía y felicidad


Había una vez una enorme hacienda que tenía alrededor de cien años de contruída, estaba vieja, un poco abandonada, tenía muchas habitaciones decoradas con un estilo barroco y francés único en su momento, las paredes estaban cupiertas por un tapiz sumamente elegante; de colores sobrios y figuras discretas, los pisos eran de cadera y cada vez que los pisaban rechinaban como lo hacen las uñas al deslizarse por la mesa, las puertas también eran de madera fina con enormes alturas que hacían juego con el estilo de la construcción. Pero, esas puertas daban miedo por la noche, porque parecían sacadas de una película de terror, las capas de cobre oxidado daban un aspecto de abandono total y el rechinido al abrirlas conaba como un espantoso susto al corazón.


En esa casa había ina leyenda que rodeaba a uno de los pasillos que llevaban a la puerta más grande y tenebrosa de ese lugar, se deciía que en esa puerta había un fantasma guardián que se encargaba de cuidar que nadie entrata a la habitación, ya que dentro de ella había un secreto que nadie podía descubrir, esto se decía en todo el pueblo, desde la muerte del último patrón que había ocurrido ochenta años antes.


A pesar de esta leyenda y del misterio que envolvía a la enorme hacienda, la familia Moncada, compuesta por cuatro integrantes: mamá, papá y los dos hijos; Marcos y Alejandro, descendientes de los primeros dueños seguían viendo ahí, ellos tenían mucho temor y evitaban siempre acercarse al pasillo de la leyenda, porque creían fielmente en ella.


Después de siete años de vivir en ese lugar con temor y siempre escuchando ruidos extraños, Marcos cumplió quince años, él era un adolescente que a pesar de su corta edad era maduro, inteligente y audaz, su éstatura de aproximadamente 1.80 m, su compelexión algo fornida, sus rasgos faciales fuertes y su test morena clara lo hacían aparentar mayor edad. Él había tenido la inquietud desde pequeño de saber qué pasaba o qué había detrás de la puerta de la leyenda que contaba todo el pueblo, sin embargo, por el miedo y el terror que le había infundido desde pequeño nunca se había atrevido a abrirla.


Cuando Marcos cumplió quince años también aumentó su deso de saber qúé era lo que había en esa habitacín, así que comenzó a recordar qué le habían dicho sus padres, amigos y familiares respecto a la leyenda, sin embargo sólo se acordaba de que todos le habían dicho; --Dicen por ahí que..., cuentan que...--, pero nunca nadie le comentó que él por sí mismo hubiese visto que pasara algo, Así que una noche fría de diciembre y después de haberle dado muchas vueltas al asunto, se paró de su cama, se puso las pantunflas y se dirigió al pasillo, se colocó frente a la puerta y temblando de miedo comenzó a caminar, a pesar del intenso frío su rostro estaba empapado de sudor y sus piernas se movían como dos gelatinas, sin embargo, cuando recorrió un cuarto del camino le dieron unos escalofríos que estremecieron todo su cuerpo y lo hicieron regresar a la cama, cuando estaba ahí pensó tanto que tal vez el guardián que vigilaba la puerta se había percatado de su presencia, pensó tanto en esto que se quedó dormido del cansacio.


A la mañana siguiente asustado por lo que había pasado, Masrcos dicidó imvestigar con Doña Petra, la persona más anciana del pueblo qué era lo que ella sabía acerca de la leyenda, ella le dijo que no se acercara ahí porque a pesar de que no había cisto nada, todos sabían que en esa habitación había un gran secreto que los primeros dueños decidieron guardad bajo muxhas llaves y que nadie tenía el derecho de descifrarlo. COn esto la curiosidad de Marcos creció aún más, todas las noches pensaba cuál sería ese secreto tan importante que debía estar guardado, así fueron pasando los diás y las semanas y, Marcos poso a poco se fue olvidadndo del tema.


Cuando llegó el mes de abril, Marcos recibión una llamada de su tía Alejandra que vivía en otro país, ella le dijo que nunca se detuviera ante lo que quería y que luchara limpiamente por conseguir cu objetivo en la vida, con esto él recordó el asunto del secreto de la habitación y volvió a pensar en todo lo que había ocurrido, después de dos días de darle vueltas a la situación, decidió volver a pararse de su cama e intentar llegar a abrir esa puerta, se colocó de igual forma en el pasillo y comenzó a caminar, el sudor le escurría como si estuviera bañado en él, sus piernas y brazos tembaban como si alguien lo estuviera moviendo tal como lo hacen con los títeres, pero esta vez, Marcos logró llegar a la mitad del camino, sin embargo, justo cuando estaba ahí sintió un frío interno tramendo y una presenmcia que le impedía seguir, así que aterrorizado empezó a correr camino a su habitación, cuando llegó ahí por din pudo respirar y poco a poco fue tranquilizándose, se acostó y, de tan tremendo susto quedó tan cansado que sisn darse cuenta se durmió profundamente.


Después de tan profundo sueño, logró despertar y recordar qué era lo que había pasado un día antes, aún asustado le contó a su mamá que había sentido una presencia, ella ledijo que se alejara de ahí y que silenciara aquella inquietud porque como dice el refrán: "la curiosidad mató al gato", Marcos pensó que lo que le había dicho su madre no era cierto, porque era más difcíl dejar de pensar en lo que lo atormentaba que enfrentarse a ello, ya que más valía conocer por sí mismo lo que pasaba a pesar de las consecuencias que alejarse por temor.


Así que a pesar de muchas advertencias por parte de su madre, amigos y otros familiares, en una noche lluviosa de septiempre Marcos se armó de valor y se levantó de la cama, esta vez estaba dispuesto a llegar hasta la habitación, así que con el mismo temor que la primera ocasión comenzó a caminar, el ruido de la lluvia aumentaba aún más el terror que él sentía, pero a pesar de esto no se daba por vencido, caminaba lentamente, su mirada parecía que estaba perdida y sus manos sudaban como una regadera, al llgar a la mitad volvió a sentir una presencia, pero ahora no se detuvo, logró arribar5 a la tan mencionada puerta, tocó tormpemente la empolvada chapa de cobre oxidado, su cuerpo tembló aún más intensamente, el sudor le escurría por todas partes y su corazón palpitaba tan fuerte como un tambor, poco a poco fue abriendo la puerte, siempre tan sigilosamente y con temor de encontrarse con algo que jamás había pensado.


Cuando por din abrió la puerta se encontró con una enorme habitación llena de fotos por todas parte, juguetes en el piso y en el centro una bonita mesa que a pesar del polvo que tenía lucía esplendorosa, parecía como el centro de la rosa de los vientos, así que Marcos, se acercó a ella y se dio cuenta que había una carta, no tenía destinatario, por lo que la abrió, en ella daba una felicitación y decía:


"Este día es glorioso, por alguna razón tú abriste esta carta y te felicito amplicamente, porque a pesar de la leyenda que se cuenta en todo el pueblo, tu valentía te ha permitido llegar hasta aquí. Realmente no hya ningún secreto, yo, el primer dueño Moncada de esta hacienda me encargué de regar ese rumor y me aseguré de que pasra de generación en generación, hasta que llegara el momento en que uno de mis descendientes lograra vencer los miedos y fuera más allá de los chismes o leyendas que se cuentan para descubir por sí mimo que hábía en esta habitación.


Tú recompensa es que de aquí en adelante tienes la obligación de ser feliz y de no detenerte ante rumores o miedos que sólo te llevan a la soledad y al conformismo, ahora debes explorar por ti mismo, conocer y vivir la vida contigo, para ti y por í, claro siempre recierda que DIOS está cerca de ti y que a él le debes todo lo que eres".


Después de leer esto, Marcos entendió lo que había pasado, se dio cuenta que la recompensa más grande es vencer los miedos y actuar siempre con valencía ante todas las situaciones, perseverando hasta lograr el objetivo que tienes en la vida. Él le contó su gran aprendizajae a sus padres, amigos y al pueblo en general, cambiando el nombre del pasillo del terror, por el pasillo de la valencía y felicidad.

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