- Ventajas que presenta tanto para el maestro como para el alumno el hecho de que el profesor explique primero la sesión y sus propósitos y al final conozca las impresiones de los alumnos.
En la clase de educación artística generalmente el ambiente que impera es bastante dinámico y con un nivel de orden y disciplina menor que en el trabajo con otras materias. Esto se debe al hecho de que es una clase en la que se le da (o por lo menos se le debería dar) a los alumnos una mayor libertad para moverse, desplazarse, expresarse, etc. Esto no quiere decir que la clase sea un completo desastre o que no esté funcionando. Sin embargo, dado que una vez que los alumnos se ven envueltos en esta dinámica de trabajo es muy complicado hacerlos que vuelvan a la calma y que centren su atención en el maestro, se vuelve fundamental dar claramente la consigna de trabajo antes de que comience propiamente la actividad; es decir, antes de poner play a la música, de repartir pinceles y pintura, de comenzar a hacer la masa o de mostrar los disfraces, es muy importante que los alumnos sepan qué es lo que van a hacer en la clase y para qué va a servir el material que se va a utilizar, de otra manera nos veremos envueltos en un torbellino de niños preparados para dar el primer uso que se les ocurra al material que hemos preparado con un propósito en especial y convertir esa clase en un completo acto de anarquía.
La ventaja que supone escuchar las impresiones posteriores de cada uno de los alumnos es que los comentarios que se obtengan de los niños tienen un gran valor; por un lado, porque de ésta manera el docente tendrá la oportunidad de darse cuenta si en verdad se está cumpliendo el propósito de su clase, además de saber si sus actividades despiertan el interés de los alumnos o les parecen sosas, o aburridas. Por otro lado, la mayor ventaja es que de esta forma el maestro puede conocer el sentir de sus alumnos, así podrá deducir su estado anímico, sus miedos, sus inquietudes, sus inseguridades, etc; pues no olvidemos que es en ésta clase en la que se pone en manifiesto la sensibilidad y la emotividad de nuestros alumnos.
- Recursos que puede emplear el profesor para generar y mantener el interés de los alumnos en el desarrollo de las actividades.
El profesor que imparta la clase de educación artística tendrá que ser un profesor dispuesto a poner a prueba toda su creatividad, para crear actividades diversas que no sean monótonas para los niños, además tendrá que buscar la empatía con sus alumnos, pues sólo de esa manera podrá percibir sus gustos, inquietudes y necesidades; también tendrá que ponerse en contacto con su niño interior, para poder realizar cualquier cantidad de acciones y actividades sin verguenzas ni complejos. Creo que éstos son los recursos que tiene el maestro para poder mantener el interés de sus alumnos: creatividad, empatía y disposición para hacer cualquier cosa, por loca o tonta que pudiera parecer.
- Posibilidades y ventajas de la organización de estos juegos, consecuencias distintas en diferentes jornadas escolares.
Los juegos o actividades en las que se les da a los alumnos de expresarse mediante su expresión corporal o gestual ofrece un sinfín de posibilidades para que los niños desarrollen sus habilidades expresivas, además de que da la oportunidad de que ejerciten su creatividad y su capacidad de improvisar.
Los resultados y consecuencias que se obtengan de estas actividades dependen del grupo con el que se trabaje, pues en cada grupo vamos a encontrar alumnos completamente diferentes, con pensamientos y costumbres que quizá vayan en contraposición con las actividades planteadas. También comúnmente nos podemos encontrar con niños que muestren cierta apatía hacia este tipo de trabajo, ya sea por las ideas heredadas de parte de sus padres o por la pésima influencia que reciben de otros medios como la televisión o el internet, medios que lamentablemente malean de forma negativa (generalmente) la mentalidad de los alumnos, además de que los vuelve renuentes a la actividad física.
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